Las diferentes culturas (árabe, mudéjar y renacentista) han dejado un gran poso de cultura y sabiduría en la artesanía de las ciudades de Úbeda y Baeza. Los talleres de artesanos eran verdaderos hervideros de creaciones y utensilios necesarios para el día a día. En la actualidad, todavía es posible visitar en Úbeda y Baeza muchos de estos lugares con tanta magia e historia para comprobar in situ que la tradición sigue muy viva. Alfarería, esparto, forja, madera y talla, vidrieras, faroles, arte en cartón, talla en piedra y otras artesanías se citan en las casas-talleres que pueblan los cascos históricos de estas Ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Hablamos con Pablo Tito de Úbeda y con Pepa Moreno de Baeza, ambos artesanos y conocedores del entorno y la profesión en sus respectivas ciudades, para saber de primera mano cómo es el mundo de la artesanía que no te puedes perder al visitar Úbeda y Baeza.
¿Qué destacaríais de la artesanía de Úbeda y Baeza?
Pablo Tito. Su variedad. Su pureza. Úbeda tiene la suerte de que es artesana, pero no solo de gremio: herreros, canteros, vidrieras, forja, alfarería, ebanistería. Hay una amplia gama de disciplinas artesanas, lo que la hace muy rica.
Pepa Moreno. En mi caso no provengo de una cultura familiar, yo he aprendido cerámica y me dedico a ella rescatando piezas hasta el momento desconocidas de hallazgos de cerámica del siglo XVII, muy representativa en Baeza.
¿Cuántos artesanos hay ahora mismo en la ciudad?
Pablo Tito. Yo soy presidente de la Asociación de Artesanos de Úbeda, donde hay 14 talleres asociados. En total, habrá una treintena de talleres artesanos de distintas disciplinas en Úbeda.
Pepa Moreno. En Baeza lo cierto es que somos muy pocos. Con carta de artesanos hay un chico que hace bordados artesanales, trabajos con cuero y yo.
¿Qué le ha dado la artesanía a Úbeda y a Baeza?
Pepa Moreno. La artesanía aporta, además de cultura, un poquito de Historia. Yo he recuperado la cerámica, un oficio perdido aquí y, al hacerlo, se recupera también una gran y olvidada parte de la historia y la cultura de nuestra ciudad.
Pablo Tito. Hay una frase que me gusta mucho de Eugenio D’Ors y que dice: “el gran secreto de la vocación de Úbeda por la perfección se esconde en la pureza de su artesanía”. Úbeda sin su artesanía no sería Úbeda y la artesanía sin la ciudad no tendría sentido. El esplendor del Renacimiento en Úbeda la nutrió de artesanos, por lo que es un oficio histórico en la ciudad.
¿Qué es lo que más llama la atención entre los turistas?
Pablo Tito. La manera que tenemos de trabajar. Todavía lo hacemos como en la Edad Media: conservamos un horno árabe original, las piezas y sus nombres también tienen nombres en árabe, como por ejemplo “alcuza”. Entras por la puerta del museo y es como retroceder varios siglos atrás, cuando todo iba a otro ritmo. Todo un lujo en los tiempos de la inmediatez y las prisas en que vivimos. Por suerte, quedamos unos pocos románticos que seguimos haciéndolo como en el pasado, y eso sorprende.
Pepa Moreno. A la hora de visitar el taller y decidirse por algún recuerdo de su visita a Baeza, de un tiempo a esta parte la gente busca cosas útiles para casa, no solo decoración o piezas que no supongan ser una herramienta. Por lo general, llama mucho la atención los jarrones y platos, pero depende del gusto de cada uno.
Pablo Tito. Otra cosa importante y que debe llamar más la atención es que la artesanía es ecológica desde sus inicios. En el caso del barro, trabajamos directamente con la madre tierra. El botijo lleva siglos inventado y encima es bonito, mientras que utilizamos muchísimas botellas de plástico a diario. No tiene sentido. Tenemos que seguir dándole una oportunidad a la artesanía en nuestra vida diaria.
¿Recomendaría las visitas a los talleres de artesanía?
Pepa Moreno. La visita a los talleres es obligada. Tanto el mío, situado a la espalda de la Catedral, como el resto, situados dentro del paseo artístico de la ciudad, se encuentran abiertos para que la gente pueda disfrutar y conocer un poquito más de la historia de la artesanía típica de Baeza.
Pablo Tito. No dejen de visitar los talleres, tienen las puertas abiertas y son muy acogedores. Incluso, aunque sean de la misma disciplina, cada taller tiene su esencia y su identidad propia, por lo que merece la pena conocer a cada uno de los artesanos. Los visitantes lo agradecen, porque no se trata de una tienda donde la actividad se limita a comprar y vender, sino de un espacio con alma lleno de vida.
¿Qué es lo que más demanda el público?
Pablo Tito. De todo, variado. El color verde en la cerámica es lo que identifica a la alfarería de Úbeda, pero últimamente noto que cada vez se tiende más a la sencillez en la decoración. En mi opinión, es una vuelta a la pureza.
Pepa Moreno. En el caso de Baeza, la cerámica del siglo XVII que reproducimos ahora se caracteriza por ser la primera cerámica decorada de la historia. Normalmente es de color blanco con detalles en azul cobalto, con motivos vegetales y geometrías.
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