La música se ha convertido en un instrumento curativo para un creciente número de enfermedades o trastornos cerebrales graves que son poco accesibles a terapias convencionales. La experiencia de una multitud de centros para tratar trastornos neurológicos y alteraciones del desarrollo psicosocial ha consolidado la capacidad curativa de la música. Por ejemplo, las canciones tradicionales se emplean para estimular la memoria de enfermos de Alzheimer. En este concierto les proponemos un pequeño viaje sonoro, un recorrido musical entre emociones y culturas. A través de estilos diversos y obras de distintas épocas, cada pieza será una parada en ese viaje del alma que todos, de alguna manera, hemos vivido. Este viaje nos invitará a soñar, a vivir el momento y a dejarnos llevar por la magia de la música. Nuestro mayor deseo es que este concierto les ofrezca una pausa reconfortante, estimule esos rincones del cerebro que no alcanza el lenguaje y que toque y mueva emociones inabordables de otra forma para finalmente acariciar el alma del oyente.