Esta misa polifónica no es simplemente una colección de piezas musicales, sino una travesía por los caminos de la fe que, a lo largo de la historia, han unido a los pueblos y las culturas. Desde los antiguos himnos marianos del Camino de Santiago hasta los cantos contemporáneos de Taizé, la música ha sido una compañera constante para los peregrinos en su búsqueda de sentido y comunión. El marco del 700 aniversario del fallecimiento de Marco Polo nos invita a reflexionar sobre cómo las rutas comerciales y espirituales han tejido una rica red de intercambios culturales. Así como Marco Polo trajo consigo relatos de tierras lejanas, los peregrinos han llevado consigo historias, canciones y plegarias que han moldeado la identidad espiritual de Europa y el mundo. Este programa rinde homenaje a esas rutas, a esas almas que, con fe y esperanza, han caminado hacia lo sagrado, dejando un legado de música y devoción que sigue resonando hoy y nos acerca un poco más a comprender la profunda conexión entre la música, la fe y la humanidad.