Festival Vandelvira: recorriendo la provincia de Jaén al ritmo de la música y del patrimonio

Oct 6, 2021 | EDICIÓN 2021, Novedades

Festival Úbeda y Baeza

La provincia de Jaén es rica en patrimonio histórico y arquitectónico, pero también natural. Prueba de ello son las siguientes visitas que desde el Festival de Música Antigua Andrés de Vandelvira se proponen para el público ávido no sólo de música en enclaves históricos, muchos de ellos de estrecha relación con la obra arquitectónica de Andrés de Vandelvira, sino también espacios para pensar, disfrutar y contemplar con la mirada de quien siempre halla cuando busca más encantos que el de un simple viaje para disfrutar de un evento.

Texto: José Joaquín Quesada
Castillo de Albanchez de Mágina. Fotografía: Junta de Andalucía.

Albanchez de Mágina

Situado en la vertiente norte de Sierra Mágina, la villa perteneció desde el siglo XIV a la Orden de Santiago. A ese momento parece corresponder su castillo, de sorprendente y llamativa ubicación sobre un elevado risco. Desde él se domina un extenso panorama que nos revela su importancia estratégica en tiempos medievales. La iglesia parroquial de la Asunción es una interesante y sobria construcción renacentista, con tres naves separadas por columnas toscanas y con cubiertas de madera de tradición mudéjar: su diseño nos recuerda a Francisco del Castillo, quien trabajó en varias ocasiones para orden santiaguista, cuya heráldica se repite en varias partes del templo. Conserva una pila bautismal del siglo XIV. Dentro del pintoresco trazado urbano de la localidad destaca el volumen de la torre del Reloj, cuyo interesante remate en hierro, obra de Antonio Canseco (1883), muestra hasta donde llegó la influencia de la parisina torre Eiffel.

Fotografía: Junta de Andalucía

Begíjar

Ubicado en un extremo de la Loma desde el que se domina el valle del Guadalquivir, la villa cuenta con un pasado medieval marcado por las disputas entre los obispos de Jaén y el concejo de Baeza por la posesión de su castillo. De esta fortificación, que fue residencia episcopal rodeada de jardines, se conserva la torre del Homenaje, conocida en la localidad como el Torreón. La parroquia de Santiago es un edificio de lo más interesante: presenta rica decoración plateresca en la portada y al interior es un diáfano espacio de una sola nave con yeserías manieristas de comienzos del siglo XVII en la cubierta; destacan en ella el camarín del Cristo de la Vera Cruz, con ricas yeserías barrocas del siglo XVIII, la pila bautismal, del siglo XIV, y la bóveda de casetones del presbiterio, muy vandelviriana. Del siglo XVI es portada del ayuntamiento; de principios del XX, la casa del doctor Revuelta, con decoración historicista y alusiones a la medicina en la Antigüedad clásica.

Fotografía: Jaén Jacobea

Campillo de Arenas

En el extremo meridional de la provincia, su situación fronteriza con el reino nazarí la convirtió es zona clave desde el punto de vista estratégico, como delatan las ruinas del castillo de Arenas, pero por ese motivo quedó despoblada hasta los inicios de la Edad Moderna. En 1539 es cuando se materializa la fundación de la localidad, junto a la de otros núcleos del sur de Jaén, para repoblar esta comarca; se aplicó en ella un plano ortogonal, ejemplo de urbanismo del Renacimiento. La iglesia parroquial de la Encarnación es una sencilla construcción del siglo XVI, de tres naves y cubiertas mudéjares; en su interior existe un interesante relieve de Santiago en Clavijo, que probablemente procedente del desaparecido retablo mayor, que fue obra de Gil Fernández (1618). La ermita de la Virgen de la Cabeza destaca por la talla barroca de su titular. Dentro del término también es interesante la ermita de Santa Lucía, en el pintoresco paraje de la Puerta de Arenas, que describen los viajeros románticos del siglo XIX en su camino a Granada.

Fotografía: Hoteles.net

La Carolina

Al norte de la provincia, La Carolina, como capital de las Nuevas Poblaciones fundadas por Carlos III en 1767, es el ejemplo más destacado del excepcional proyecto de la colonización de Sierra Morena, la más fascinante realización de la Ilustración en España. Este origen explica el trazado ortogonal de la localidad, animado por plazas de diferentes formas geométricas y de carácter monumental, como la plaza de las Delicias. La parroquia de la Inmaculada responde a una modificación realizada en tiempos de la colonización sobre la primitiva iglesia barroca del convento de La Peñuela, en el que habitó San Juan de la Cruz. A su lado, la majestuosa fachada del Palacio del Intendente, junto al que se ubica el completo y didáctico Museo de La Carolina. El ameno paseo del Molino de Viento, con los monolitos conmemorativos de la Fundación, las casas burguesas de la calle Jardines o la antigua cárcel son otros elementos patrimoniales de gran interés.

Fotografía: Mapio.net

Castillo de Locubín

Emplazada en un bello entorno de la Sierra Sur y en una zona que ha estado poblada desde al menos tiempos íberos, el núcleo de Castillo de Locubín debe sus orígenes a una fortaleza medieval, la Villeta, que da nombre a la localidad y desde la que disfruta de una hermosa panorámica de sus blancas casas. Su principal monumento es la parroquia de San Pedro, que se comienza a edificar a finales del siglo XVI y en cuyas obras, prolongadas en el siglo XVII, tuvo un papel protagonista el maestro Juan de Aranda y Salazar, natural de la localidad, como se advierte en su elegante portada. La ermita de Jesús Nazareno la preside esta expresiva y venerada imagen de los inicios del siglo XVII, alojada en un camarín con pinturas murales barrocas. Junto al río San Juan -cuyo nacimiento es un gratísimo paraje natural- se encuentra la torre de Triana o del Batán, singular molino fortificado que existe al menos desde 1600.

Fotografía: Castillosnet.org

Jaén

Resulta complejo resumir en pocas palabras los atractivos patrimoniales de la ciudad de Jaén, reflejo de una prolongada e intensa historia que arranca varios milenios antes de Cristo con los asentamientos protohistóricos de Marroquíes Bajos. Protegida por el castillo de Santa Catalina, en tiempos medievales se desarrolló una urbe de evocador trazado irregular en la que, sobre la huella islámica -presente en sus Baños Árabes– se fueron situando históricas parroquias –La Magdalena, San Juan, San Andrés, San Bartolomé, San lldefonso-, conventos y monasterios –San Juan de Dios, Santo Domingo, Las Bernardas, Santa Úrsula, Santa Clara, las Carmelitas, San José de los Descalzos– y palacios –de los Vilches, de Villardompardo, de Cobaleda Nicuesa-. Además de rincones singulares, como la fuente de los Caños o el arco de San Lorenzo, Jaén ofrece un monumento de primerísimo orden: la catedral, obra maestra del Renacimiento español, en cuyas obras se suceden arquitectos como Vandelvira, Aranda y Salazar, López de Rojas o Ventura Rodríguez, y que atesora una rica colección de obras de arte.

Fotografía: Horajaén.com

Valdepeñas de Jaén

En medio de la Sierra Sur de Jaén, Valdepeñas es uno de los núcleos que surgen en la repoblación de 1539 de esta comarca, fronteriza durante la Edad Media y deshabitada. Las nuevas villas adoptaron un plano ortogonal, con paralelismos con las ciudades que coetáneamente fundaba la Monarquía Hispánica en América. La amenidad y frescor del entorno -del que es un grato exponente el paraje de las Chorreras– hicieron de la localidad lugar de retiro veraniego de los obispos de Jaén. La parroquia de Santiago corresponde al siglo XVI, aunque su interior fue muy transformado en el siglo XX; la preside un retablo neobarroco con pinturas de Cerezo Moreno. Destacan igualmente la ermita de San Sebastián, edificación neoclásica de los inicios del siglo XIX, y el Molino-Museo de Santa Ana, que se remonta a 1540. Cerca de la localidad, en un encantador paraje de tradición eremítica, se encuentra el santuario del Cristo de Chircales, que históricamente ha sido un importante foco devocional de la comarca, y que conserva interesantes tallas barrocas de José de Medina.

Fotografía: Guía Repsol

Carboneros

Al norte de la provincia y rodeada de un paisaje en el que los olivares se mezclan con las encinas y las dehesas que hacen presentir la cercana Sierra Morena, Carboneros es una de las Nuevas Poblaciones fundadas en 1767 por Carlos III; aunque la zona tuvo ocupación desde la Antigüedad por su riqueza minera. Al interesantísimo momento histórico de la colonización carolina responde el trazado ortogonal de la localidad, que integra la plaza de la Escolástica -antigua aldea cercana a la colonia-. La parroquia de la Inmaculada es probablemente la mejor desde el punto de vista artístico de las Nuevas Poblaciones, con una dinámica fachada cuya traza clasicista tiene ecos del Barroco romano. Frente a ella es especialmente sugestivo el pósito, también del siglo XVIII y que actualmente tiene usos culturales.

Fotografía: Turismo Comarca Norte Jaén

Chiclana de Segura

Histórica sede en tiempos medievales de una encomienda de la Orden de Santiago, el emplazamiento de la villa de Chiclana, a la que se accede por un túnel excavado en la roca, es sin duda de los más singulares y sorprendentes de la provincia. Lo agreste de su ubicación explica su importancia estratégica en tiempos medievales; hoy nos ofrece unas excelentes panorámicas de las comarcas del Condado y de la Sierra de Segura, entre las que se sitúa, desde los restos de lo que fue su castillo. Chiclana conserva un evocador conjunto urbano cuyo centro es la parroquia de San Pedro, obra de estética clasicista y de orígenes renacentistas, aunque muy remodelada en el siglo XIX. Preside el templo la Virgen de Nazaret, interesante talla del Renacimiento. Un paseo por sus calles nos descubrirá rincones de gran interés y edificios singulares como el palacio de la Encomienda.

Fotografía: Adictos a los viajes

Chilluévar

En las estribaciones de la Sierra de Cazorla, la rodea un bellísimo paisaje en el que se unen los olivares con los bosques de ribera del río Cañamares, de altísimo valor ecológico y que se puede recorrer gracias a una atractiva ruta de senderismo. El territorio de Chilluévar, en el que se han encontrado vestigios de época romana, fue habitado de forma estable al menos desde la Edad Media, vinculado al Adelantamiento de Cazorla y por tanto a la Iglesia de Toledo. De ahí que fuera el cardenal Lorenzana quien mandara la edificación, en 1787, de su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz, cuya advocación también está vinculada con el arzobispado toledano. Pero son sin duda la tranquilidad y el sosiego de sus blancas calles, adaptadas a la montuosa orografía, uno de los principales reclamos de esta encantadora localidad.

Fotografía: Jaén desde mi atalaya

Escañuela

Municipio de la Campiña, en sus tierras se han localizado vestigios de las Edades del Cobre y del Bronce, íberos y de la antigua Roma; durante la Edad Moderna formó parte del señorío de los condes de Villardompardo. El caserío de la localidad, apacible y sencilla, evidencia el predominio de las actividades agrarias, orientadas a la producción de aceite de oliva. El elemento patrimonial más significativo es la iglesia parroquial de San Pedro ad Víncula, que remonta sus orígenes a tiempos medievales aunque la construcción actual, de gran sencillez, pertenece al último tercio del siglo XIX. La imagen del titular, que representa al apóstol San Pedro tras ser libertado de la cárcel Mamertina en Roma, fue realizada por el italiano Ferdinand Stuffleser y bendecida por el papa Pío XII.

Fotografía: Infovaticana

Frailes

Perteneciente a la Sierra Sur, la localidad de Frailes, atravesada por el río de la Martina, está rodeada de un encantador y refrescante paisaje -es una zona de elevada pluviometría- en el que la vegetación serrana se une a las feraces huertas. Históricamente vinculada a la abadía de Alcalá la Real, la población ofrece un interesante y evocador casco urbano con variadas muestras de arquitectura tradicional; con ellas contrasta la casa de Ezequiel Mudarra, de burguesa y cosmopolita estética. Menudean en las calles de Frailes los edificios sacros, de edificación modesta pero atractiva: la ermita del Calvario, la ermita de San Pedro y la parroquia de Santa Lucía. Así mismo, las calles de Frailes ofrecen rincones sorprendentes, como el manantial del Nacimiento, o el atractivo y sugerente Cinema España, que mantiene la misma fisonomía del momento de su inauguración en 1949.

Fotografía: Castillos y Fortalezas de Jaén

Fuensanta de Martos

En la Sierra Sur y en las cercanías de Martos, a cuya encomienda de la Orden de Calatrava perteneció durante siglos, Fuensanta recibe su nombre del manantial de la Negra, en el centro de la localidad, y en el que la tradición asegura que se apareció la Virgen, dando origen a la devoción de la Virgen de la Fuensanta. Dominando la población, de calles encaladas y tranquilas, el cerro del Calvario, en el que se celebra en Semana Santa una tradicional representación teatral de la Pasión. Entre los elementos patrimoniales más destacables de la localidad figuran la parroquia de Nuestra Señora de la Fuensanta, el llamado Hotel -edificación burguesa de inicios del siglo XX- y la plaza de Abajo. El entorno de Fuensanta cuenta con atractivos parajes de encinares, bosques de ribera en el río Víboras y restos arqueológicos como la Torrevieja.

Fotografía: Castillos y Fortalezas de Jaén

Fuerte del Rey

La riqueza agraria de la zona de la Campiña en la que se ubica la población explica la antigua ocupación humana del territorio, que se remonta al neolítico, y que ha dejado testimonios tan interesantes como el yacimiento arqueológico de las Atalayuelas, de época ibera. Vinculada durante gran parte de su historia a la cercana ciudad de Jaén, de la que fue aldea, Fuerte del Rey cuenta con un casco urbano sencillo y atractivo, de clara vocación agraria, en el que destacan dos elementos patrimoniales: la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Natividad, del siglo XVIII aunque reformada con posterioridad, y la Vieja Fábrica de Harinas, de los inicios del siglo XX, y que constituye uno de los ejemplos más singulares de la arquitectura industrial de nuestra provincia, conservando buena parte de su maquinaria original.

Fotografía: Jaén desde mi atalaya

Génave

En el extremo noreste de la provincia y en plena Sierra de Segura, Génave conserva un atractivo conjunto urbano en el que destaca la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, de edificación medieval aunque con intervenciones posteriores; su estructura de una sola nave con arcos fajones ojivales y cubiertas de madera recuerda al mudéjar levantino. Al exterior, la parroquia y la fuente de la plaza forman un evocador conjunto. El Torreón de la Tercia es una sólida fortificación medieval que perteneció a la Orden de Santiago. El entorno de Génave, en pleno paso entre Andalucía, La Mancha y Levante, ofrece paisajes agrarios y naturales de singular belleza. De sus campos se obtiene un extraordinario aceite de oliva, cuyo proceso de elaboración puede conocerse en la cooperativa Olivar de Segura, habilitada para la visita turística y para la realización de conciertos.

Fotografía: Castillos y Fortalezas de Jaén

Hinojares

Al sur de la Sierra de Cazorla, el paisaje de Hinojares, regado por los ríos Turillas y Guadiana Menor, es uno de los más sorprendentes y variados de la provincia: frente a las masas boscosas que rodean la atractiva aldea de Cuenca -rica en fuentes, como la cascada de la Vinatera, que surge en años lluviosos-; nos encontramos con las estepas semiáridas y las cárcavas modeladas por la erosión, que ofrecen una panorámica colorida por su diversidad geológica. A estos llamativos paisajes se añade la salina de Chíllar. El núcleo urbano de Hinojares y sus aldeas conservan una interesante y evocadora arquitectura popular, adaptada a la orografía montañosa. La iglesia parroquial de San Marcos pertenece al siglo XVII. De la prolongada ocupación humana de este territorio es buena muestra el yacimiento arqueológico de los Castellones de Ceal, de época ibera.

Fotografía: Turismo de observación

Lopera

En el sector más occidental de la Campiña, Lopera es una histórica localidad vinculada durante toda la Edad Media a la Orden de Calatrava; a esta época pertenece su impresionante castillo, magníficamente conservado. Muy cerca, la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción es una interesantísima edificación del Gótico tardío, que conserva retablos de los siglos XVII y XVIII y el sepulcro de doña Marina Fernández de Torres, obra de Juan de Reolid (siglo XVI). Un paseo por sus encantadoras calles nos descubrirá la ermita de San Roque, la ermita de Jesús y la ermita del Cristo del Humilladero, las tres de época barroca. Los pacíficos campos de olivar y vid que rodean a Lopera fueron escenario, en 1936, de una crucial batalla de la guerra civil española, con un destacado protagonismo de las Brigadas Internacionales: aún quedan restos de las fortificaciones en las líneas de combate.

Fotografía: Castillos y Fortalezas de Jaén

Huesa

En las estribaciones de la Sierra de Cazorla, Huesa se asienta en un lugar de gran importancia estratégica como es el paso del Guadiana Menor, que comunica el Alto Guadalquivir con el sureste de Andalucía. El paisaje que rodea a la localidad, encuadrado por formaciones geológicas como los Picos del Guadiana o el Caballo de Quesada, ofrece un sorprendente y atractivo panorama subdesértico, de variado cromatismo. Dentro de la localidad, que no pasó hasta el siglo XV al dominio castellano, destaca la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Cabeza; edificada en el siglo XVIII, alberga varias e interesantes tallas barrocas, algunas procedentes del monasterio de las agustinas de Cazorla. En su gastronomía, con sus variados embutidos, y en sus celebraciones, como la fiesta de los “Cargos” con motivo de la solemnidad de San Silvestre, mantiene Huesa algunas de las tradiciones más singulares e inéditas de la provincia.

Fotografía: Guía Repsol

Ibros

Ubicada en la comarca de la Loma, la primera ocupación humana del territorio de Ibros se remonta a época íbera y romana, siendo el testimonio más destacable de este momento la muralla ciclópea, sin duda uno de los restos arqueológicos más importantes de la Antigüedad en nuestra provincia. En tiempos medievales y modernos la localidad contó con la peculiaridad, única en Andalucía, de estar dividida en dos jurisdicciones: “Ibros del Rey”, de realengo, e “Ibros del Señorío”, de los duques de Santisteban. Domina el perfil urbano la iglesia parroquial de San Pedro y San Pablo, cuya edificación corresponde al siglo XVI y que cuenta con elegante portada manierista; al Barroco del siglo XVIII corresponden las pinturas de la bóveda del presbiterio y el retablo mayor, aunque restaurado con posterioridad. Las calles de Ibros ofrecen interesantes muestras de arquitectura tradicional así como casonas solariegas, como la casa-palacio de los Benavides.

Fotografía: Castillos y Fortalezas de Jaén

Jamilena

Municipio de la Sierra Sur, vinculado históricamente a la encomienda de Martos de la Orden de Calatrava, Jamilena es una tranquila localidad a medio camino entre la vegetación serrana y el olivar, y que a lo largo de su historia fue célebre por la calidad de sus aguas, tanto para usos medicinales como para el tratamiento de los tejidos. El elemento más destacado de la localidad, que ofrece rincones tan agradables como la Fuente Mayor, es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Natividad, edificada en los siglos XVI y XVII y que el emperador Carlos I había previsto que se convirtiera en templo de un monasterio de monjas de la orden de Calatrava. Su portada, de exquisita traza renacentista, es obra de Francisco del Castillo. Otro monumento de interés es la ermita de San Francisco, de estética regionalista y construida en la década de 1920.

Fotografía: Wikiloc

Jimena

A los pies del Aznaitín, en plena Sierra Mágina; asomada al valle del Guadalquivir y mirando de frente a las ciudades de Úbeda y Baeza, Jimena ofrece un entorno paisajístico de gran relevancia, con parajes de tanto valor ecológico como el pinar de Cánava. La remota presencia del ser humano en la zona se evidencia en las pinturas rupestres de la Cueva de la Graja; al periodo medieval, en el que la localidad estuvo vinculada a la Orden de Calatrava, corresponde la Torre del Homenaje, que preside la plaza de la Constitución y que aún conserva en su interior restos de pinturas murales con tema naval. El paseo por las calles de Jimena ofrece calles y adarves de evidente traza medieval y acentuado sabor; en este dédalo urbano sobresale la iglesia parroquial de Santiago, con elementos góticos como sus bóvedas de crucería. En las afueras de la localidad y en una encantadora ubicación, la ermita de Nuestra Señora de los Remedios.

Fotografía: Wikiloc

Jódar

Al este de Sierra Mágina, Jódar se encuentra en las cercanías de los ríos Jandulilla y Guadalquivir, rodeada de un paisaje en el que se unen la vegetación de ribera, los bosques serranos, los espartales -de tanta importancia en la tradición artesana de la localidad- y el olivar. La temprana ocupación del territorio y la importancia histórica de la ciudad le han dejado vestigios de casi todas las épocas, comenzando por su castillo, importante fortaleza islámica convertida en residencia palaciega por los marqueses de Jódar. La parroquia de la Asunción es de gran interés artístico: comenzó su edificación en el siglo XVI y cuenta con elegante portada neoclásica, campanario edificado por los maestros Aranda y Salazar y López de Rojas, y crucero de época barroca. En el recorrido por la localidad, en el que las muestras de arquitectura popular -entre ellas las casas cueva- conviven con elegantes mansiones burguesas, destaca la ermita del Santo Cristo, del siglo XVIII.

Fotografía: Castillos y Fortalezas de Jaén

Larva

Las tierras de Larva, en las que se aprecian paisajes subdesérticos de importante valor ecológico, fueron desde antiguo de gran valor estratégico al constituir un paso, entre las Sierras de Cazorla y Mágina, que comunicaba el Alto Guadalquivir con el Levante. Esta ubicación explica la existencia de yacimientos arqueológicos de interés, desde el Castellón, de época ibera, al Tejar de los Moros, de cronología islámica, así como las ilimitadas panorámicas que se disfrutan desde el cerro de los Picones, con las ciudades de Úbeda y Baeza en lontananza. Dentro del casco urbano, de calles estrechas y encaladas, destaca la sencilla iglesia parroquial de San Pedro, del siglo XVIII. A escasa distancia de Larva, aunque ya en el término municipal de Cabra del Santo Cristo, se ubica el viaducto del Salado, una de las obras maestras de la ingeniería del siglo XIX en nuestra provincia.

Fotografía: Wikipedia

Santiago de Calatrava

Ubicada en la Campiña, en el extremo occidental de la provincia y lindando con Córdoba, la localidad formó parte de la Orden de Calatrava, estando expuesta a una situación fronteriza con el reino nazarí de Granada que la hizo sufrir en 1471 un ataque tan devastador que el condestable Iranzo lo puso en conocimiento del papa Sixto IV. Santiago de la Calatrava es hoy una población tranquila, de vocación agraria, como manifiesta su arquitectura tradicional. En su conjunto urbano destaca la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Estrella, que cuenta con una portada del siglo XVIII y que fue reconstruida en 1940. También al siglo XVIII pertenece el Pósito. Muestras de la estética regionalista del siglo XX son el antiguo ayuntamiento y varias viviendas burguesas del centro de la localidad. En las cercanías, el paraje del Caño, escenario de la romería de San Isidro.

Fotografía: Ayuntamiento de Calatrava

Siles

Al norte de la Sierra de Segura, Siles se emplaza entre el valle alto del Guadalimar y las elevaciones serranas, que ofrecen panorámicas y parajes fascinantes como el de las Acebeas. Localidad de gran importancia estratégica para la Orden de Santiago durante la Edad Media, corresponden a esta etapa elementos defensivos dentro del casco urbano como el torreón del Cubo o el arco de la Malena, testigos de la mocedad de Jorge Manrique. Las calles de Siles, estrechas y empinadas y con el telón de fondo de la sierra, son especialmente evocadoras y agradables para el paseo; en medio del conjunto urbano destaca la parroquia de la Asunción, en la que se unen la estética gótica y mudéjar, de influencia levantina, con la clasicista; conserva un interesante retablo manierista del siglo XVII dedicado a la Inmaculada. Otros elementos de interés dentro de la localidad son la casa de la Tercia, la ermita de San Roque, o la antigua sede de ICONA, de atractiva fisonomía regionalista.

Fotografía: Ayuntamiento de Siles

Los Villares de Jaén

Emplazada en la Sierra Sur, a escasa distancia de la ciudad de Jaén, en la confluencia de los ríos Eliche y Frío, y rodeada de un atractivo y agreste paisaje con las cumbres de la Pandera y de Jabalcuz dominando el territorio, la localidad de Los Villares responde a la repoblación de la zona llevada a cabo en 1539. La colonización se llevó a cabo siguiendo la planificación del escultor Juan de Reolid, quien fue partícipe igualmente de los primeros pasos de la localidad. La casa del Vizconde es un interesante ejemplo de mansión señorial del siglo XVIII. A ese mismo siglo pertenece el ayuntamiento, y responde en gran medida la fisonomía actual de la iglesia parroquial de San Juan Bautista, ubicada en el centro de la localidad. En ella se venera la imagen de la Virgen del Rosario, obra de Jacinto Higueras y protagonista en el mes de octubre de unas singulares celebraciones.

Fotografía: Wikipedia